¿Han hecho alguna vez una buena acción por su comunidad? No estamos hablando de hacer algo lindo por un amigo o un pariente. Nos referimos a hacer algo por la comunidad en general, a pesar de que esté llena de un montón de extraños cuyos rostros ni siquiera conocemos. La realidad es que no mucha gente se toma el tiempo de hacer este tipo de cosas y, la mayoría de las veces, es por una razón. Después de todo: ¿Por qué esforzarnos por gente que ni siquiera conocemos?
Gracias al cielo, no todos piensan de esta manera. Aunque son difíciles de encontrar, existen personas que tienen buenos gestos con aquellos que viven en su misma calle o vecindario. Toman parte de su tiempo y hacen algo bueno, sin esperar nada a cambio, ni siquiera un “gracias”. Lamentablemente, dicen que ninguna buena acción queda libre de castigos, y este fue, sin duda, el caso de esta mujer, que inició lo que puede ser descrito como el mayor conflicto de la clase media en la historia.
[post_page_title]Recurriendo a los vecinos[/post_page_title]
Los residentes de la usualmente tranquila, calle Dalyell en el vecindario de Brixton, al sur de Londres, despertaron una mañana y descubrieron que su calle se había convertido en un campo de batalla. Los vecinos estaban resolviendo sus asuntos de una forma muy peculiar, ¡usando notitas de colores!
Todo comenzó con una nota de una vecina llamada Serena, que le pedía a la gente que dejara de recoger sus flores. ¿Cómo fue que esa nota se convirtió en una guerra total? Bueno, abróchense los cinturones, amigos. Va a ser un viaje lleno de baches.
