[post_page_title]Aumentando la privacidad[/post_page_title]
Siguiendo con la intención de resguardar a su hijo de los flashes de la prensa, el día de evento Meghan y Harry mantuvieron al pequeño envuelto entre mantas hasta llegar a la capilla. Los medios efectivamente tuvieron que esperar a las fotos oficiales para poder ver a la criatura.
¿Cuál es el problema? Bueno, en apariencia, ninguno. A excepción de que con este hecho la pareja ignoró a los miles de fanáticos que estaban fuera del lugar con pancartas, globos e incluso pasteles para celebrar a su monarca favorito. Nuevamente, no es lo que Kate y William hubiesen hecho y, como sabemos, menospreciar a los súbditos siempre ha sido un problema para las coronas de toda Europa.