[post_page_title]Sorpresa En El Sándwich[/post_page_title]
Lo que ocurrió en este caso es que este hombre decidió que sería gracioso insultar a su novia llamándola una fabricante de emparedados y no le fue nada bien. De hecho, llegó el día siguiente y la novia del chico le armó su sándwich. Seguro, cuando lo vio, creyó que se había salido con la suya porque ella, nuevamente, había preparado lo mismo de siempre.
Él no tenía idea de qué se encontraría cuando mordiera un bocado. Resulta que la mujer había dejado el queso envuelto en plástico y un cartelito que decía “no estoy arrepentida”. Quizá la próxima vez, antes de criticar a quien le prepara su almuerzo, lo piense dos veces y deje ser un malagradecido.