[post_page_title]8 largos años[/post_page_title]
Y entonces pasaron los días, las semanas, los meses se convirtieron en años… Y Michael terminó quedándose en la casa de sus padres durante 8 largos años. ¡Casi una década extra! Mientras tanto, seguía buscando trabajo y una solución para sus problemas.
Pero… Algo cambió de repente: le dejó de importar. Este hombre se sentía tan cómodo y a gusto en casa de sus padres, viviendo con el dinero de ellos, que no sintió más ese deseo de independencia que lo motivaba antes. Decidió que viviría así para siempre.