[post_page_title]Desmoronándose[/post_page_title]
Al principio la convivencia parecía ir perfecta durante algún tiempo, pero luego comenzaron a aparecer conflictos. Aunque no fue la culpa de ninguno en particular, la pareja decidió separarse. A pesar de la tristeza de la ruptura, parecía ser amistosa y en buenos términos.
Sin embargo, luego las cosas pronto cambiaron, y ella comenzó a actuar de manera desagradable. Su relación había llegado a su fin, pero seguían discutiendo. Todo se volvió demasiado agobiante para él y entonces supo que debía mudarse.