[post_page_title]Hola, ¡Buenos Días![/post_page_title]
Ya con un plan en mente, decidió entrar a su apartamento día tras día para pasar el rato con su ex novia y su nueva pareja. A veces se acercaba mucho para incomodarlos, pero esto a él no lo afectaba ni un poco. De hecho, planificó bien sus visitas para poder encontrarlos en las situaciones más comprometedoras.
Les llevó panecillos, se tomó una ducha, e incluso, vio la televisión con ellos, preguntándoles que tal su día. Ya que todavía estaba pagando el alquiler, las facturas de servicios públicos, y aún tenía una llave, se sintió en todo su derecho de hacer esto. Después de todo, no estaba infringiendo ninguna ley.