[post_page_title]Cediendo[/post_page_title]
Finalmente, su persistencia dio frutos. Su ex se puso tan nerviosa que decidió rendirse y quitarlo del contrato de arrendamiento. Ya no quería que él siguiera irrumpiendo en su nueva vida, y era consiente que él no se rendiría tan fácil.
Entonces, esta vez ella decidió tomar el asunto en sus propias manos y le envió un fax con todo del papeleo para romper el contrato de arrendamiento. Y como si eso fuera poco, ¡También hizo los trámites para cancelar todas las facturas! Él había ganado la batalla.