[post_page_title]Un invento original[/post_page_title]
Realmente no estamos seguros de que la mente detrás de este invento haya pensado muy bien las cosas. En principio, no estamos seguros de cómo funcionaría un martillo eléctrico. Nos imaginamos que habría que enchufarlo en algún lado. Además, tampoco entendemos muy bien qué es lo que lo hace distinto y especial respecto de un martillo común.
Por último, el vendedor pide 250 dólares americanos por el producto. Estamos seguros de que esta herramienta no vale esa cantidad de dinero.