Imagínense trabajar toda su vida por un propósito específico, creyendo que están haciendo lo correcto, solo para descubrir que hay algunas personas dispuestas a aprovecharse de ustedes. Imagínense que las mismas personas que protegieron son las que se aprovecharon de sus beneficios, pero no de una buena manera. Eso es lo que le sucedió a este soldado, un hombre llamado Patrick Gibson que visitó un supermercado y se indignó por algo que vio.
Obviamente, no era algo malo, como alguien que roba en una tienda o que acosa a otra persona. Se trataba de un carrito de compras lleno de comestibles. Más particularmente, fueron los contenidos de las compras lo que realmente lo molestaron y cómo un hombre los pagaba. Después de enojarse por lo que vio, decidió compartir su historia en Internet, pero obtuvo algunas reacciones encontradas.
[post_page_title]Un Joven Soldado[/post_page_title]
Les presentamos al protagonista de esta historia. Su nombre es Patrick Gibson y es un soldado del Ejército de los Estados Unidos de Norteamérica. Él proviene de una familia de clase obrera, por lo que sabe lo que es trabajar para ganarse el pan de cada día.
Cualquiera que haya hecho el servicio militar sabe cuán brutales pueden ser las condiciones de vida, desde el riguroso programa de entrenamiento hasta estar lejos de casa varios meses y, por supuesto, estar disponible en caso de que haya una guerra. Eso por sí solo es suficiente para darle a este hombre la credibilidad que merece, pero él también tiene otro haz bajo la manga.