[post_page_title]Guardando el secreto[/post_page_title]
Al día siguiente, Jenn se aseguró de tener todo en orden para poder dejar a su marido. No le dijo a nadie lo que había pasado y usó maquillaje para ocultar los moretones que le habían dejado las manos del hombre que supuestamente la amaba.
La enfermera tomó el poco dinero que aún le quedaba. Lo trasladó a su cuenta bancaria y decidió romper el contrato de alquiler del departamento. Luego, llamó a su padre, un hombre en el que sí podía confiar. Le dijo que ya no podía más.