[post_page_title]Salió en defensa de la madre de acogida[/post_page_title]
Lindsay fue y le contó a la arrogante pareja que aquella mujer, de la que se habían burlado tanto, estaba haciendo algo que en verdad era digno de respeto e incluso, de admiración. Estaba nada más y nada menos que brindándoles a esos niños un hogar seguro y la tarjeta de cupones para alimentos era la ayuda con la que contaba para poder hacerlo.
No hay mucha otras personas tan generosas como aquella mujer en este mundo, dijo Lindsay. Luego, dio media vuelta y se dispuso a seguir con su compra, pero en seguida sintió la necesidad de seguir expresando la gran cantidad de pensamientos que toda aquella situación le había disparado en la mente.