[post_page_title]Necesitaban ropa[/post_page_title]
Además de eso, Lindsay se enteró al hablar con la señora, que tenía un gran corazón y que ella prefería ayudar a los pequeños antes que dejarlos abandonados. Estos tres jovencitos habían sido acogido apenas tres días atrás.
La nueva situación familiar en la cuál vivían los niños y la señora, era totalmente nueva y por ese motivo, no sabía como funcionaba la tarjeta de cupones. Según Lindsay, la mujer le comentó que alimentos ya tenía, pero el problema era en la ropa de los niños. Lo cierto es que antes de conocer esta información, Lindsay ya había tenido el presentimiento de que aquellos niños podían ser adoptados o tal vez habían sido acogidos por esa familia.