Crecer junto a una hermana o hermano gemelo o mellizo, debe ser sumamente genial. Desde el inicio se genera un vínculo único que nadie más podría entender. El hecho de tener a tu lado a tu doble quien además tiene el potencial de ser tu mejor amigo, es increíble. De alguna manera es como que haya dos versiones de ti mismo en este planeta. Los mellizos y gemelos parecen tener una conexión como ninguna otra. Muchos harían lo que fuera necesario por el otro. Como ejemplo de esta relación tan especial, hemos conocido recientemente en las noticias la historia de dos hermanas mellizas que viven en Portland, Oregon.
Seguramente, conocerlas en profundidad los hará sonreír. Whitney Bliesner y Jill Noe son las protagonistas de esta historia. Desde pequeñas han sido compañeras inseparables. Una vez adultas, Whitney se enteró de que no podría gestar hijos propios debido a un trastorno genético. Fue allí cuando su melliza dio un paso adelante y le ofreció su vientre comunicándole que estaría dispuesta a llevar a cabo una gestación por subrogación de vientre –lo cual está permitido en algunos estados de los Estados Unidos- y así lograr el sueño de maternidad de Whitney. Les compartimos algunos fragmentos de su emocionante relato.
[post_page_title]Mejores Amigas[/post_page_title]
Las mellizas Whitney y Hill siempre serán mejores amigas. Crecieron de la mano, como dos pétalos de la misma flor. Durante su infancia, siempre estuvieron una al lado de la otra. Incluso se vestían con atuendos similares.
Si bien no eran gemelas idénticas, nadie dudaba de su parecido. Probablemente la mayor diferencia entre ellas era el cabello: una era castaña y la otra rubia.