[post_page_title]Creciendo Juntas[/post_page_title]
Rara vez podía verse a una hermana sin la otra. Ellas disfrutaban de su compañía. Recién cuando las dos llegaron a la adolescencia comenzaron a advertirse sus diferencias. Jill era atleta y muy sociable mientras que Whitney era más bien reservada. A pesar de las características particulares que asomaban, el vínculo nunca se fracturó. De hecho cada vez eran más unidas. Su infancia había sido feliz.
Habían crecido en el seno de una familia amorosa y muy presente que se apoyaba en todo y las incentivaba para que fueran exitosas en todo lo que emprendieran. Ambas hermanas están y estarán siempre agradecidas por la crianza que recibieron y esperan poder algún día darles a sus propios hijos la misma felicidad.